Transformación digital en el sector del packaging: un camino hacia la optimización y la competitividad
La industria del packaging enfrenta una serie de desafíos crecientes, desde la necesidad de tiempos de entrega más rápidos hasta la presión por mayor eficiencia y sostenibilidad. En este contexto, la automatización y la digitalización se han convertido en herramientas clave para mejorar la productividad, reducir costos y garantizar altos estándares de calidad. Este artículo explora la importancia de estas tecnologías y su papel en el futuro del sector.
Demandas del mercado y la necesidad de innovación
Los cambios en el comportamiento del consumidor, el auge del comercio electrónico y la creciente presión regulatoria han obligado a las empresas de packaging a adaptarse rápidamente. Desde la década de 2020, tendencias como la escasez de mano de obra, la demanda de tiradas cortas y la sostenibilidad han acelerado la necesidad de procesos más flexibles y eficientes.
Según la encuesta Packaging Trends 2025 de Esko, un 40% de los encuestados considera que la automatización y la digitalización serán su principal prioridad en 2025. Estas herramientas ofrecen soluciones para optimizar la gestión de los recursos y mejorar la competitividad en un mercado cada vez más exigente.
El papel de la automatización en el packaging
Antes de hablar de automatización, es fundamental abordar la estandarización, un requisito previo clave. La normalización de flujos de trabajo a través de distintos departamentos impulsa la eficiencia y reduce costos. De hecho, el 50% de los encuestados destacó la estandarización como el factor de mayor impacto en la gestión empresarial durante 2024.
La automatización permite optimizar procesos repetitivos, como la preimpresión y la transferencia de trabajos entre equipos, reduciendo errores humanos y tiempos de producción. Un 42% de los encuestados cree que la automatización tendrá el mayor impacto en la industria del packaging en 2025.
Según Jan De Roeck, Director de Marketing en Relaciones Industriales y Estrategia de Esko, “La flexibilidad de la automatización permite a las marcas adaptarse rápidamente a la demanda del mercado sin necesidad de grandes inventarios, agilizando la respuesta a tendencias emergentes”.
Para las empresas, la automatización también significa reducir la dependencia de mano de obra adicional y mejorar la competitividad. La creciente demanda de tiradas cortas hace que los convertidores tengan que procesar más pedidos que nunca, y la automatización se ha vuelto imprescindible para gestionar esta carga de trabajo.
La estandarización y la automatización también resultan clave en el contexto de fusiones y adquisiciones dentro del sector. Unificar procesos en distintas instalaciones permite equilibrar la carga de trabajo y mejorar la utilización de recursos, optimizando la operatividad en empresas con múltiples sedes.
Digitalización: el futuro del packaging
La digitalización y la automatización están intrínsecamente vinculadas. Tecnologías como la computación en la nube, la inteligencia artificial y el software de automatización de flujos de trabajo permiten optimizar procesos en todas las etapas de producción y distribución.
Uno de los mayores beneficios de la digitalización es la mejora en la trazabilidad. Herramientas digitales permiten monitorear cada fase de la producción en tiempo real, asegurando el cumplimiento normativo y el control de calidad. Plataformas como Esko S2, basada en la nube, facilitan la gestión de datos, la identificación de cuellos de botella y la toma de decisiones informadas, fomentando la colaboración entre equipos y socios externos.
Superando los desafíos en la implementación
A pesar de sus beneficios, la transición hacia la automatización y la digitalización presenta desafíos. Uno de los principales es la inversión inicial en tecnología, lo que puede dificultar la adopción en pequeñas y medianas empresas.
La resistencia al cambio también es un obstáculo. Algunos empleados pueden mostrarse reacios a abandonar métodos tradicionales por temor a la disrupción de los flujos de trabajo. Sin embargo, la digitalización también resulta atractiva para las nuevas generaciones, lo que podría contribuir a reducir la brecha de habilidades en la industria.
Para facilitar la transición, las empresas pueden implementar estos cambios de manera gradual, integrando herramientas de automatización en procesos existentes antes de una renovación completa. La formación continua y la colaboración con proveedores de tecnología, como Esko, pueden acelerar la adaptación y optimizar la implementación.
El futuro del sector: adaptación o rezago
La automatización y la digitalización ya no son opcionales en la industria del packaging; son imprescindibles para mantener la competitividad. La encuesta de Esko revela que la automatización, junto con la calidad y la estandarización, fue uno de los tres factores con mayor impacto positivo en la gestión empresarial en 2024.
Las empresas que adopten estas tecnologías lograrán mayor eficiencia, reducción de costos y una mejor capacidad de respuesta ante las demandas del mercado. En un sector en constante evolución, la automatización y la digitalización seguirán siendo los pilares del crecimiento y la innovación a largo plazo.