La gestión del color en impresión flexográfica avanza hacia una mayor objetividad gracias a soluciones basadas en datos, estándares ISO y flujos de trabajo digitales. Expertos de X-Rite, MPXColour y Hybrid Software comparten cómo las marcas y los impresores pueden sincronizar sus expectativas para garantizar resultados precisos y reproducibles.
Disparidad en la madurez del control de color en flexografía
La gestión del color en la impresión flexográfica es una tarea fundamental para garantizar la fidelidad de marca, pero no todos los talleres flexo abordan esta cuestión con el mismo nivel de rigor o herramientas.
Jon-Michael McCartney, director de impresión y packaging en X-Rite, describe una industria con niveles dispares de avance. “Algunos impresores ya usan herramientas digitales avanzadas y siguen normas ISO, mientras que otros aún dependen de métodos tradicionales y subjetivos”, afirma. “Pero la demanda creciente de consistencia cromática, especialmente en el packaging, está impulsando la adopción de herramientas de medición del color y control digital de procesos”.
Una industria sin lenguaje común para el color
Niall Coady, consultor y fundador de MPXColour, es más contundente: “No existe una forma estándar de comunicar colores en la industria flexográfica, pese a que sí existe una norma para controlar el proceso de impresión: la ISO 12647-6:2020”.
Esta falta de estandarización dificulta a marcas e impresores garantizar la calidad final. Según Coady, muchos impresores adquieren sus planchas y separaciones a proveedores externos con escasa experiencia en impresión real, lo que genera discrepancias importantes entre la prueba y el resultado final. “Me sorprende ver negocios que usan métodos de los 90 con software de 2025 y esperan mejores resultados”, declara. “Para obtener mejores resultados, necesitamos cambiar cómo trabajamos”.
Estrategias objetivas de comunicación del color
MPXColour ayuda a impresores, agencias y marcas a desarrollar estrategias de comunicación del color basadas en datos. Su enfoque: lo que se puede medir, se puede gestionar.
“La clave está en traducir lo que la marca quiere lograr, lo que el impresor puede lograr y lo que el proceso permite lograr, dado el material y los componentes designados”, explica Coady. “Actúo como traductor entre esos tres mundos”.
La importancia de la claridad desde el diseño: enfoque de Hybrid Software
Para Hybrid Software, el punto de partida está en la marca. “Si el color está bien especificado desde el diseño, tenemos una base sólida”, afirma Joris Verbouwe, product manager de tecnología de color en Hybrid.
La solución de Hybrid, CLOUDFLOW, integra la gestión del color en el flujo de trabajo de producción de forma lógica, intuitiva y basada en datos. “No todo el mundo en producción es experto en color, y eso puede generar cuellos de botella. Con CLOUDFLOW, cualquier persona puede tomar decisiones relacionadas con el color sin ser especialista”, indica Verbouwe.
Además, destaca la capacidad del sistema para aplicar el concepto de late binding: redirigir trabajos a diferentes prensas en fases avanzadas del proceso, sin comprometer la precisión del color.
Digitalización para eliminar la subjetividad en color
Volviendo a X-Rite, McCartney enfatiza que “la forma más eficaz de eliminar la subjetividad en la gestión del color es mediante estándares digitales basados en datos espectrales”. Esta metodología permite una comunicación clara entre diseñadores, impresores y marcas.
El flujo digital de color proporciona beneficios tangibles: tiempos de puesta en marcha más rápidos, mayor productividad, reducción de desperdicios y eliminación de aprobaciones presenciales. “Al medir y verificar los datos espectrales, los impresores flexo pueden mantener la precisión cromática durante toda la producción y compartir los resultados con las marcas como parte de un programa de control de calidad”, explica McCartney.
Este enfoque no solo reduce el retrabajo, sino que también apoya objetivos de sostenibilidad al disminuir residuos y consumo de recursos.
La complejidad técnica de un flujo de color digital
Implementar esta transformación no es sencillo. Cada prensa flexo debe ser fingerprinted, y se deben crear perfiles específicos para cada tipo de sustrato. Mediante espectrofotómetros, los colores de referencia pueden capturarse y almacenarse en archivos CXF, lo que permite trasladar esa información a cualquier punto del mundo y replicar resultados en condiciones de impresión concretas.
Esta metodología crea una expectativa realista del color que se puede alcanzar según la prensa, el soporte y las condiciones específicas del trabajo, contribuyendo a una mayor previsibilidad y consistencia.
Conclusión: de la intuición a la ciencia
La industria flexográfica se enfrenta a una transición clave: abandonar la interpretación subjetiva del color en favor de un enfoque basado en datos, estándares y tecnología. En un contexto donde las marcas exigen una fidelidad cromática cada vez mayor, las herramientas como CLOUDFLOW, los estándares ISO y los archivos CXF están ayudando a establecer un nuevo lenguaje común entre diseño, preimpresión y producción.
El futuro de la gestión del color en flexografía no es solo más digital, sino también más colaborativo, objetivo y sostenible.